El túnel de la luz
Quienes volvieron del mundo espiritual describen el pasaje a aquel como un espacio oscuro similar a un túnel. Al final de este túnel se llega a un lugar lleno de luz, o sea, el más alla. Los testimonios de las personas que pasaron por esta experiencia cuentan todas las descripciones que concuerdan en la sensación de viajar por un túnel y una bella conmoción cuando se llega a la luz final. Para todos ellos es muy difícil describir con palabras la espectacularidad de esa luz del más alla, ya que es distinta y no genera sombras.
Para las personas creyentes esa luz fue considerada como emitida por ángeles o el mismo Jesucristo. Allí no se emiten palabras en ningún idioma, ya que la comunicación se hace por los pensamientos.
Un mundo nuevo
El más alla, donde llegan las personas una vez que se despiden de la vida terrenal es muy difícil de describir por quienes pudieron regresar para contarlo. Allí las distancias parecen no existir así como las conocemos en este mundo, y muchos afirman poder ir de un lado a otro sólo con pensarlo. Existen otros relatos que describen al mundo espiritual del más alla como un lugar de prados, bosques y colinas llenas de plantas de colores vivos que no existen en la tierra. Sin embargo a quienes han visitado este mundo en más de una ocasión se les hace difícil de describirlo con palabras.
Los reencuentros
El alma del ser humano en su viaje hacia el más alla podrá encontrarse con aquellos seres queridos que ya hayan partido. Algunas personas dicen que después de haber abandonado su cuerpo y elevarse, se encontraron con sus parientes más cercanos, quienes los saludaban y se veían muy felices de verlo. En el más alla el alma se reencuentra con quienes fueron afines a ella, ya que las almas se atraen unas a otras. Sin embargo los reencuentros no son una regla, ya que muchas personas afirmaron que no se encontraron con nadie, aunque constantemente sintieron una presencia cercana.
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